DÍA 43: ALASKA, THE LAST FRONTIER

31-08-2012


WHITEHORSE - BEAVER CREEK -  (ALASKA) - NORTH POLE - FAIRBANKS  (955 km)



























Amanece otro día y retomo la Alaska Highway. A medida que voy avanzando hacia el Noroeste las montañas nevadas han pasado a formar parte definitiva del paisaje del Yukon y, en consecuencia, el frío ya es también intenso (aunque todavía soportable).


La carretera va directa hacia las montañas del Parque Nacional Kluane.
  


Una de las pocas ciudades que sale en el mapa en mi ruta de hoy es Haines Junction de manera que aparte de gasolina espero encontrar allí algo con un poco de entidad. 

Pero una vez más lo cierto es que el pueblo no va más allá de 40 casas a los pies de las montañas. Esto cada vez me recuerda más a Mongolia... jajaja.


Eso sí, los chavales lo pasan en grande esquiando hasta cuando no hay nieve. 


Van sobre ruedas.


El pueblo tiene hasta monumento (conocido como el pastelito) dedicado a la vida salvaje, en el que vemos aquí la cabra, el alce, el lobo y el explorador con sus prismáticos. De hecho, a 10 kms de éste pueblo tuvo lugar una de las pocas ocasiones documentadas en que un hombre sobrevivió al ataque de un Oso Negro.



Tras coger el desvío en Haines la carretera ahora va un rato pegada a las Montañas Kluane. 


El color rojo en los arbustos es algo que sin duda llama la atención.


Desde luego el Yukon ha sido lo más bonito de éste largo viaje. Es un paraíso de naturaleza.


Los bosques son inacabables...


... y los lagos espectaculares, como el Kluane Lake al que la carretera va bordeando un buen rato.









Vamos a otra cosa. Esta foto la tiré hace años en Bulgaria: 


Y esta también hace cuatro años en Irán:


Pues bueno, resulta que la cutrez de poner coches de policía de madera también se estila aquí en América del Norte, pero encima éstos parecen dibujados por la clase del parvulario... El coche está en un pueblo (por decir algo, porque la población es de 59 personas...), llamado apocalípticamente "Destruction Bay" (!)



En la gasolinera del mismo pueblo me sorprende observar que es un local "Motorcycle Friendly", es decir donde los moteros somos especialmente bienvenidos.



Todavía a orillas del extenso Kluane Lake se encuentra la pequeñísima Burmash Landing, la capital de la Kluane First Nation, es decir una de las naciones primigenias aborígenes canadienses descendientes de los Inuits (lo que nosotros conocemos como esquimales).

Además, la aldea se autoimpone el título de mayor extracción de oro del mundo (obsérvese las letras doradas de Yukon). Efectivamente estamos en las tierras en las que tuvo lugar parte de la fiebre del oro del Klondike por la cual incontables mineros se lanzaron a drenar los lechos de los ríos en busca del oro que se había formado en ellos durante miles de años,



En plena fiebre del oro un destacamento de la Policía Montada del Noroeste, mandada por Sam Steel, fue enviada a los puertos de montaña de entrada al Yukon para asegurarse que todos los que entraban a la región tenían medios y provisiones para subsistir un año (453 kgs de equipo y comida) o se daba media vuelta, de manera que no dependiera en el Yukon de la caridad ajena. No era mala idea, lo que pasa es que transportar tanto equipo a tanta altura era mucho esfuerzo y muchos murieron en los puertos de montaña por el camino...




Cuando la fiebre acabó las grandes compañías dejaron las explotaciones por poco rentables y la región del Klondike pasó de 300.000 habitantes a 900 (!). Por ello en toda la zona hay multitud de minas de oro abandonadas y algunas pocas todavía en explotación ya que siguen quedando unos 200 buscadores de oro en los ríos del Yukon.




El asfaltado de la carretera en muchos tramos es muy deficiente ya que las temperaturas en pleno invierno aquí han de ser realmente extremas.


Las St. Elias Mountains me acompañan gran parte del camino.


Quietud y tranquilidad en el Pickhandle Lake.




Una paradita antes de llegar a Alaska...






Beaver Creek, la comunidad más al Oeste de Canadá. Es decir que Canadá se acaba prácticamente aquí.


Una tienda con un surtidor de gasolina, un bar, una pequeña oficina de Policía, un par de casas más y ya se acabó el pueblo. El trabajo que he tenido para poder gastar los últimos dólares canadienses que me quedaban en algo de comida...


Curiosas estatuas, como la del esquimal.


Y la de los inevitables mineros en busca de oro, aunque éste más parece que esté haciendo de vientre.... jajaja.



Y muy poco más tarde llego al mojón de la frontera internacional entre Canadá y USA. 



Es decir, entre el Yukon y Alaska.



Con una emoción creo que muy comprensible la nena y yo hemos llegado a nuestro objetivo: ¡¡¡¡¡ALASKA!!!!!   (19)

Justo hoy ha cumplido un mes desde que salimos de Ciudad de Panamá de manera que a pesar de los rodeos para la Ruta Maya, la Ruta Colonial, la Ruta 66 y los Parques Nacionales, ahora y aquí hemos cumplido el ambicioso propósito que nos habíamos marcado de intentar hacerlo en un sólo mes. Panamá-Alaska: ¡Desafío conseguido!



Y con ello (y casi sin trámites en la frontera) entramos otra vez en los 


ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA III


Tras unos pocos kilómetros peligrosos de carretera de pura grava, recuperamos finalmente el asfalto, aunque en mal estado y con desconchones y ñapas constantes. Eso sí, parece que el paisaje va a ser igual de espectacular.




Arbustos naranjas le dan un toque especial también al paisaje.



Por aquí arriba se construye en madera, estilo "pionero".



Si estaré ya tan lejos y tan arriba que de repente llego hasta el Polo Norte, a la casa de Santa Claus, jajaja.

Efectivamente, aquí la tenemos.




En el interior nos recibe uno de los simpáticos renos del trineo de Papá Noël.


Es una tienda de regalos navideños.


Un oso polar en North Pole...


Todo el pueblo de North Pole está dedicado a Santa Claus. Fijaros en las farolas con forma y colores de caramelo de palo navideño.



Hasta el mástil del McDonald´s.


El prota del pueblo.



Poco rato después llego hasta FAIRBANKS, el final de la Alaska Highway,  y tras 955 km de jodido frío me refugio en un Motelito de las afueras donde revitalizarme con una buena duchita caliente...
 

Ah, por cierto ¿me habré acordado de deciros que la nena y yo hemos llegado hasta Alaska? (jajaja).   "La última frontera".




1 comentario:

  1. ¡¡¡ PRUEBA SUPERADA !!!


    Otro cucodesafío conseguido!

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