DÍA 5: ENTRE MAYAS Y VOLCANES

24-07-2012

ANTIGUA - LAGO ATITLAN - CHICHICASTENANGO - CIUDAD GUATEMALA - (EL SALVADOR) - SANTA ANA   (511 kms)







Como me temía los bártulos no se secaron apenas nada, pero ello no obstante era todavía de noche (5AM) que ya estaba yo macarreando las calles de Antigua con el "silencioso" LeoVince que lleva la transalpera.

Me propuse hacer un ida y vuelta hacia el Norte de esta tierra guatemalteca, cuna del mítico pájaro Quetzal y de los Mayas. Aunque en realidad cuando llegaron los Mayas ya había culturas mesoamericanas anteriores (aztecas, toltecas, etc), pero fué llegar ellos y cortar el bacalao con una cultura superior a las demás. De hecho, se tiene constancia genética de que todos los Pueblos Amerindios (desde los Inuit del Ártico hasta los argentinos de Tierra del Fuego, pasando por todo el continente Norte, Centro y Sur) derivan de aquellos aventureros que procedían del Nordeste de Asia y atravesaron el estrecho de Bering.

Pero como decía los Mayas destacaron sobre los demás por una cultura muy avanzada. Su alfabeto y sus matemáticas en algunos casos se adelantaron 1700 años a las europeas (poca broma...). A pesar de una cierta testarudez española por quemarlo todo, se consiguieron salvar varios códices, entre ellos el Popol Vu (libro sagrado Maya que narra el origen de los Quiches). Pero lo más extraordinario era su dominio de la Astronomía (maestros de las estrellas) y el calendario (todavía hoy mismo estamos acojonados con la predicción de que a finales de éste año 2012 se acaba el mundo, aunque a última hora hayan salido interpretaciones oportunamente "revisionistas"....). Y no menos impresionante fue su arquitectura, especialmente si tenemos en cuenta que no conocían la rueda, el hierro ni los animales de carga (pues ya me contarás que habrían hecho de conocerlos...).

Bueno, que me pierdo, a lo que iba: enfilé carreteras diversas hasta darme cuenta de que me estaba quedando helado incluso como para tener que parar a la altura de un mirador. Cuando comprobé el altímetro del GPS lo entendí: ¡2.650 metros del ala! Nada que no se solucione con un gerseicito y unos guantes de invierno.



No a mucho tardar llegué al que dicen ser el lago más bonito del mundo y a fe que puede que lo sea, el LAGO ATITLÁN. Es cuasi mágico el lago de una extensión considerable pero no exagerada, que está rodeado de volcanes y pueblecitos.


La carretera te deja en PANAJACHEL (San Francisco de Panajachel o más comunmente "Pana"), y cuando llegas a la orilla del lago ya no puedes dejar de tirar fotos. A la derecha se observa el volcán San Pedro (3.020 m), a la izquierda el Tolimán (3.158 m), y asomando la cabeza detrás de éste el Atitlán (3535 m), y bajo el Tolimán el Cerro de Oro (un proyecto de volcán). Todos ellos forman aquello que los franceses llaman un "circo" de montañas verdes enmarcadas por el azul intenso del agua del lago. Si a ello le sumas los cayucos de los indígenas tzutuhiles y cakchiqueles y que además hay un pato que el único lugar del mundo en el que habita es aquí, pues ya tienes la postal entera. 






Me he olvidado otra cosa en la foto del lugar: los turistas, pues a pesar de que a las 7 de la mañana no había casi ni el tato, los diversos chiringuitos, baretos y tiendas de souvenirs aún cerradas delataban que allí también es coto de caza de la pieza de importación, no en balde a Panajachel se la conoce también como "Gringotenango", jajaja.



Aparte de la playa, el pueblo tiene sólo un par de calles de interés (C/ Santander) y la Iglesia de San Francisco de Asís en la parte alta, que tiene un altar en forma de pirámide maya.


Hay barcas que te llevarían a visitar cada uno de los pueblecitos del lago (pueblos que llevan el nombre de los 12 apóstoles y cuyos habitantes visten a la manera tradicional). Yo me tuve que conformar con llegar por tierra hasta varios pueblos al Sureste, hasta Santa Catalina de Palopó y hasta San Antonio de Palopó. Había que circular con precaución porque detrás de cualquier curva...


El paisaje va variando a medida que vas rodeando el lago, pero siempre con la vista en los volcanes.





¿Qué, que no?







Al cabo de un trecho la carretera se terminó....



Paré en un mercado callejero de Solola.







Un buen rato después ya estaba yo en CHICHICASTENANGO, Chichi para los locales, cuyo nombre deriva de la Chichicaste (ortiga) + tenango (lugar de), o sea que a ver lo que tocamos... El pueblo es famoso por el Mercado que se monta los domingos y los jueves, pero hoy es martes, o sea que ya me contarás.. Me dijeron que no valía la pena ir... y se equivocaron. La verdad es que el mercado sigue estando allí, pero se ve claramente que sus clientes son sólo los lugareños a diferencia de los días "oficiales" que está todo más orientado al turista. O sea, dicho en plata, que el único foráneo era yo y aparqué en la misma puerta de la iglesia, algo impensable un domingo o jueves.



 
Lo curioso de la Iglesia de Santo Tomás es la mezcla de los ritos católicos con los mayas, en especial de los Chamanes que hacen ofrendas en las escaleras de la puerta principal por la que no hay que entrar (se entra por la lateral, aunque la iglesia por dentro estaba en obras). La explicación es que la Iglesia de Santo Tomás se construyó sobre un templo maya en 1549, de manera que los Chamanes usan las escaleras de la iglesia como la escalinata de una pirámide maya, quemando velas, incienso y aguardiente.





En la misma escalera se pueden ver a las nativas con los trajes tradicionales.

 
Como se puede ver, hoy no hay más turista que yo.




¿A que apetece fruta con carne?


Mejor un enorme banano de dos troncos...


Al otro lado de la plaza, la Iglesia del Calvario al parecer es territorio sólo para indígenas y Chamanes...


Destacaba también la Municipalidad Indígena, con murales sobre el pueblo maya, el Popol Vu, etc. No hay que olvidar que la cultura Maya estaba bastante basada en la sangre y los sacrificios como ofrenda a los dioses, generalmente se sacrificaban esclavos y prisioneros de guerra a alguno de los cuales les arrancaban el corazón todavía en vida, pero también había automutilaciones para derramar la propia sangre (en orejas, mejillas, lengua, pene...). De hecho, en el famoso juego de pelota que más adelante podremos ver, los perdedores eran sacrificados y era para ellos un honor.







Sobre el mediodía ya me había dado la paliza de volver a Ciudad Guatemala, y sobretodo la de entrar en ella a pesar de su denso tráfico ya que el día enterior con las prisas y los nervios me olvidé un recibo  del concesionario que le había prometido a Eva y uno es de palabra.  


Un rato después pongo definitivamente rumbo al Sur, en dirección a El Salvador (Cuscatlán para los indígenas = tierra de riquezas), el país de la sonrisa; el pequeñajo de CentroAmérica; el único que no tiene ni siquiera costa con el Caribe. 


Frontera Guatemala/Salvador.



EL SALVADOR


Pero que sea pequeño no significa que no tenga también su buena dosis de volcanes (algunos humeantes...), terremotos e indígenas del pueblo Chibcha, Lencas y Pipiles, que fueron quienes combatieron la conquista de Pedro y Diego de Alvarado.

Pero la parte de la historia que yo recuerdo más directamente es más reciente, de cuando yo era un adolescente y quedaba impactado por las fotografías absolutamente hirientes (en esa época) de las revistas españolas, de cuerpos desmembrados y poblaciones enteras pasadas a sangre y fuego durante la cruenta guerra civil que asoló el país tras las numerosas matanzas del ejército (financiado con 1 millón de dólares diarios de la época por USA para mantener al socialismo/comunismo lejos de su patio trasero), y en especial de los "escuadrones de la muerte". Emotivo el recuerdo al asesinato del Arzobispo Monseñor Oscar Arnulfo Romero, defensor de los derechos de los pobres, asesinato que se produjo mientras celebraba misa en el Hospital del Cáncer. Los diversos grupos guerrilleros del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) tuvieron a la postre tal éxito con la ocupación de diversas ciudades incluso cercanas a San Salvador que obligaron al gobierno finalmente a llegar a un acuerdo de paz que ha cambiado el país ya definitivamente. Seguro que para algunos jovenzuelos esto que explico es poco menos que historia antigua, pero también igual de seguro que los que peinan canas se acordarán de aquella época en la que en CentroAmérica lo menos explosivo eran sus volcanes. Hoy día felizmente lo más devastador son algunos huracanes como el Mich que arrasó el pequeño país.

Tras el paso de frontera no tardé demasiado en llegar a SANTA ANA (Sihuatehuacán = ciudad de las brujas), con el Volcán Santa Ana en el horizonte, y no me costó mucho encontrar el Hotel que estaba justo detrás de la catedral. Resultó que ese día en concreto era la fiesta patronal y tras la duchita me dispuse a participar de la fiesta pero.... ya no me dió tiempo. Un temporal de narices en 20 minutos acabó con la fiesta y los fiesteros y aunque al cabo de un rato la lluvia cesó, la mitad de la gente ya había huído a casa. Pues bueno, dejaremos las fotos para mañana. Ahora a cenar algo en un chiringo callejero y pa la piltra que 511 kms y dos aduanas para el primer día de tralla ya estaba más que bien.


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